Debates Constitucionales: una muestra

Mientras en los medios apenas se muestra el Antidebate del Proyecto, en la vida real y la digital, el Debate del Anteproyecto es intenso.

.http://www.postdata.club/issues/201808/proyecto-constitucion

https://constitucion.eltoque.com/

Los pactos

La Seguridad del Estado no solo me ha prohibido viajar a Espana (que debió ser el pasado 25 de set), sino que «el companero que me atiende» me ha estado prometiendo desde el propio martes 25 que levantaría dicha prohibición, una falsedad que demerita aun más a su institución, y cuando menos, pone en entredicho su profesionalidad.
En contra de mi deseo, he pospuesto este viaje que tanta ilusión me hacía; si esto fuera un país de leyes y derechos, alguien tendría que resarcirme, porque no tengo ni una multa por pisar el césped, mucho menos que exista una razón para limitar mis movimientos, pero ser divergente -y escribirlo- me convierte en enemiga del Estado. Solo me queda -por el aquello de que no me digan luego que no lo hice- establecer una queja en Atención a Ciudadanía del Ministerio del Interior y darlo a conocer entre mis amigos.
Ya lo dijo Alcides en un epigrama: Los pactos entre bandidos y caballeros no funcionan y llevan a la cárcel al caballero. El bandido nunca se hará caballero pero el caballero termina convirtiéndose en bandido.

Declaración sobre información y democracia, 70 años después de la Declaración Universal de Derechos Humanos

la ONG Reporteros Sin Fronteras propone:/www.rsf-es.org/news/internacional-rsf-impulsa-la-redaccion-de-una-declaracion-sobre-informacion-y-democracia-70-anos-despues-de-la-declaracion-universal-de-derechos-humanos/

Autopistas

En los años ´80, al circular por la entonces flamante autopista, pomposamente llamada Ocho Vías, llamaban la atención unas pequeñas casetas distribuidas en paralelo a lo largo del trayecto. Era un cable coaxial, pero sería para la fibra óptica. Lo último. Aquellas casetas auguraban (parecían augurar, más bien) unas modernas telecomunicaciones gracias a una tecnología veloz y sólida, incluso ante tormentas y a nuestros tradicionales huracanes.

Pero eran los 80, el país estaba apuntado (y apuntalado) al proyecto de la sociedad del hombre nuevo, y con la defunción de ese proyecto, una muerte lenta ha tenido lo que se llegó a construir de la Autopista Nacional que debía terminar en Santiago de Cuba y dando tumbos se interrumpe hacia el centro de la isla. Igual destino debe haber tenido aquel otro proyecto de las pequeñas casetas, del cual tampoco se han vuelto a dar noticias.

En eso pensaba este fin de semana de 2018 cuando trataba de conectarme a esta otra autopista con la anunciada prueba gratuita de internet por la telefonía celular.

 

Un cubano en la corte de la felicidad por decreto

Hace poco un amigo me señalaba que el periódico Granma era una magnífica fuente de inspiración para el periodismo alternativo. No estoy suscrita al susodicho ni sería capaz de hacer cola en un estanquillo para comprarlo, por lo que excepcionalmente me empato con un ejemplar. Esta rareza me condujo el viernes a una perla, un idílico artículo a página completa: “La realidad no contada de la República Popular Democrática de Corea”.

El periodista parece escribió in situ sobre lo que llama “las realidades ignoradas”; muy impresionado luego de una visita al Campamento Internacional de Songdowong, de donde recoge la opinión de un adolescente norcoreano: “la cama, el colchón y hasta el papel pegado en la pared son tan fantásticos que nos quedamos dormidos sin darnos cuenta de ello”.

 

Martí y el unipartidismo

Dado que el tema esta de moda y para apoyarlo se ha citado en la prensa un discurso de Fidel Castro; cito a Martí –mejor posicionado en el ranking del imaginario nacional– sobre el tema:

…La república… no será el predominio injusto de una clase de cubanos sobre las demás, sino el equilibrio abierto y sincero de todas las fuerzas reales del país, y del pensamiento y deseo libres de los cubanos todos.

A su pueblo se ha de ajustar todo partido público.

El Partido Revolucionario, cuya misión previa y transitoria cesa el día en que ponga en Cuba su parte de la guerra que haya acordado con la isla, ni tiene cabeceras que levantar, ni jefes viejos o nuevos que poner sobre los del país, ni pretensiones que serían de un aliento arrolladas por el derecho anterior de la primera república, y el derecho nuevo y supremo del país.