¿Qué celebran?

martires

No exagero si les digo que hace más de un mes se conocen con precisión las cifras de participantes por provincias, sindicatos y sectores que llenarán de color las plazas del país en las “espontáneas” marchas por el primero de mayo.

¿Qué celebran los trabajadores cubanos? En realidad, no celebran nada.  Consuman una representación que comenzó siendo genuina y fue desprendiéndose de significados por el camino.  En contraposición a la clase trabajadora en otros países, y con iguales o mayores razones, no luchan por aumentar un salario insuficiente, no demandan el término de la dualidad monetaria, no se unen ante la posibilidad de quedar despedidos, no protestan por la lentitud y cortedad de las reformas económicas, no se organizan para reestructurar un sindicato que no los representa.

Una de las consignas que presidirá la marcha de este año será: Por un Socialismo próspero y sustentable.  Si alguna vez realmente hubo socialismo, en sus comienzos trajo cambios sobre todo en educación y salud, que al desaparecer la subvención soviética  no han parado de deteriorarse, pero la prosperidad ha sido una meta inasible para la clase trabajadora, la cual de un tiempo a esta parte percibe la posibilidad real de llegar a ella a través del esfuerzo propio, por largos años tan satanizado.

En cuanto a la sustentabilidad, causaría gracia de no ser dramático; haber tenido todas las oportunidades que ofrece más de medio siglo al timón del gobierno y no haber logrado ni siquiera una independencia alimentaria a pesar de repetir como un mantra en la propaganda oficial los peligros del Bloqueo y la Amenaza Imperialista.

Es una paradoja que los trabajadores desfilen para celebrar conquistas de las que gozan hace medio siglo o más, pero sean incapaces de estructurarse por demandas que interfieren en su día a día.  Mientras la clase obrera cubana continúe marchando al son de consignas que nada le representan, el legado de los Mártires de Chicago tendrá mucho todavía por hacer entre nosotros.